No hay duda que Latinoamérica es el lugar donde más se consume pan ya que es imposible resistirse a un exquisito trozo caliente para acompañarlo con mantequilla, chocolate o aguacate. De esta misma manera durante el último tiempo ha crecido la motivación por aprender a crear su propia hogaza, sin embargo la cantidad es difícil de determinas y en muchos casos no lo consumimos todo en un solo día. Es por ello que en Club Susazón queremos compartir 5 trucos para mantener siempre un pan crujiente y fresco en tu mesa!

Congelador o bolsa de tela

Aunque no lo sabías, el pan es uno de esos alimentos que nunca se deberían meter en la nevera, porque la humedad hace que se estropee antes. Lo más recomendable es cortar el pan en rebanadas y guardarlo en el congelador en un recipiente hermético. De esta forma, se podrá sacar solo el pan que se necesite.

Para descongelarlo debemos sacarlo 3 horas antes de la nevera a temperatura ambiente ¡Olvídate del microondas! Ahora si quieres conservarlo fuera de la nevera utiliza bolsa de tela o panera, nunca lo dejes al aire.

Comerlo frío

No hay nada como salir de tu panadería favorita con el pan recién hecho y comerse un trozo de camino a casa. Pero, para que se conserve mejor durante más tiempo, una vez que lleguemos a nuestro destino, hay que dejarlo enfriar antes de guardarlo, para impedir que la humedad que desprende el calor le haga perder su textura crujiente.

Agua para que quede como nuevo

Para que el pan que ya tiene varios días o para el que acaba de descongelarse parezca recién hecho, solo es necesario rociar un poco de agua con un pulverizador o cubrir con un paño húmedo el pan y meterlo en el horno durante cinco minutos.

Tostado es igual a más crujiente

Si no queremos congelar el pan, otro de los trucos es tostarlo bien en el horno bien en la tostadora para que este nos dure unos días más.

No cortes demasiado

La corteza, como se puede intuir con su propio nombre, sirve para proteger la miga del pan. Esta se reseca con mayor facilidad si está en contacto con el aire. Por ello, se deben cortar solo las rebanadas que vayan a consumirse para que la miga quede lo más protegida posible por la corteza.

Fuente: heraldo.es