Para conservarla fresca hasta por un mes, aplica este truco: Selecciona papas firmes y sin brotes. Lávalas bien y déjalas secar completamente. Colócalas en un recipiente ventilado, como una canasta de mimbre o una caja de cartón con agujeros. Espolvorea al fondo una capa de salvado de trigo o harina de maíz, que absorbe la humedad y previene la pudrición. Acomoda las papas en una sola capa y cubre con otra capa de salvado. Guarda en un lugar fresco y oscuro, lejos de la luz solar y frutas como manzanas. Revisa semanalmente y retira las que muestren signos de deterioro.