Tip clave: fríelo dos veces para un crocante irresistible
Primero fríe el pollo a temperatura media (160-170 °C) para cocinarlo por dentro sin que se dore demasiado. Luego déjalo reposar unos minutos y vuélvelo a freír a temperatura alta (190 °C). Esta segunda fritura lo deja ultracrujiente por fuera y elimina el exceso de grasa.