El gran pan comienza con paciencia… y termina con corteza
El secreto de un pan memorable está en el tiempo de fermentación. No te apresures: una fermentación lenta, idealmente en frío por 12 a 24 horas, permite que los sabores se desarrollen con profundidad, la miga se vuelva más aireada y la corteza adquiera ese crujido irresistible.