¿Quieres sorprender en casa con una experiencia diferente? La cocina molecular permite modificar la textura de los alimentos usando técnicas como esferificaciones, espumas o gelatinas.

Por ejemplo, puedes transformar un jugo de maracuyá en pequeñas esferas que explotan en la boca, o preparar una espuma ligera de ají amarillo para acompañar ceviches. Estas técnicas, populares en restaurantes de vanguardia, ya están al alcance de cocineros caseros gracias a kits y tutoriales accesibles.

El truco está en usar ingredientes como alginato de sodio o lecitina de soya, disponibles en tiendas especializadas. Empieza con recetas sencillas: una espuma de mango para postres o perlas de vinagre balsámico para ensaladas.

Además de sorprender visualmente, estas texturas realzan sabores y permiten jugar con la percepción del plato. La tendencia sigue creciendo en Latinoamérica, donde chefs experimentan con ingredientes autóctonos y técnicas modernas para crear experiencias multisensoriales.

¿Te animas a probar? Investiga recetas básicas de cocina molecular y dale un giro creativo a tus platos tradicionales.