De corteza color marrón y con aspecto leñoso, la yuca destaca frente a otros alimentos por su gran aporte en hidratos de carbonos complejos y es tal su poder enérgico que es utilizado por deportistas de alto rendimiento. También es ideal para niños en crecimiento y personas que tengan problemas digestivos como úlcera o acidez estomacal ya que es fácil de digerir.

Proveniente de los países tropicales de América, Asia y África, la yuca es un tubérculo perteneciente a la familia de las Euforbiáceas, parecido a la patata, sobretodo desde un punto de vista nutricional.

La yuca es rica en vitaminas A, B y C, contiene también minerales como calcio, hierro, fósforo y potasio. Posee antioxidantes y saponinas que ayudan al cuerpo a producir más cartílago en las articulaciones, aliviando la artritis e inflamaciones. También reduce la acumulación de radicales libres en el cuerpo por lo que puede detener el daño a los vasos sanguíneos y disminuir los niveles de colesterol total y LDL en pacientes con colesterol alto.

La raíz del tubérculo es utilizada en preparaciones medicinales donde generalmente primero son disecadas para ser utilizadas como anti-inflamatorios.

Otro de sus beneficios es mantener saludable la piel  al ser utilizado como extracto en champú natural, ya que su hierba ayuda a evitar la caspa y reduce la caída del cabello. Al ser aplicada directamente en el cuerpo sirve para sanar llagas en la piel y heridas externas menores, hoy puede ser encontrada en jabones naturales y barras labiales.

Su contenido calórico no es elevado, por lo que puede ser consumida en dietas para bajar o mantener el peso. De hecho, 100 gramos de yuca aportan 120 calorías y es naturalmente comestible pudiendo ser servidas horneadas, en puré o fritas.

Fuente: nutrioptima.com