En un mundo donde la cocina vegana y los sabores auténticos ganan cada vez más espacio en nuestras mesas, el falafel se alza como uno de los platos más queridos y versátiles del Medio Oriente. Crujientes por fuera, suaves por dentro y rebosantes de especias y hierbas frescas, estas pequeñas croquetas de garbanzo se han convertido en una estrella de la comida callejera y gourmet por igual.

Originario de Egipto —aunque adoptado con fervor en países como Líbano, Israel y Siria—, el falafel es una receta ancestral a base de legumbres y especias. Su popularidad se debe tanto a su sabor único como a su capacidad de adaptación a todo tipo de dietas.

Receta original del auténtico falafel:

Ingredientes:

• 250 g de garbanzos secos (no cocidos)
• 1 cebolla mediana
• 4 dientes de ajo
• 1 taza de perejil fresco
• 1 taza de cilantro fresco
• 1 cdita de comino molido
• 1 cdita de coriandro molido
• ½ cdita de pimienta negra
• 1 cdita de sal
• 1 cdita de bicarbonato de sodio
• 1 cda de harina de garbanzo (opcional)
• Aceite vegetal para freír

Preparación:

1. Remoja los garbanzos secos en agua fría durante 12 a 24 horas. Escurre bien.
2. En un procesador de alimentos, mezcla todos los ingredientes hasta obtener una masa granulada, no un puré.
3. Refrigera la mezcla durante 1 hora. Luego, forma bolitas o discos con las manos.
4. Fríe en aceite caliente hasta que estén dorados por fuera, unos 3-4 minutos.
5. Sirve en pan pita con salsa tahini, ensalada fresca o hummus.

Más que un simple bocado, el falafel es un símbolo de herencia culinaria, diversidad y sabor. Ideal para compartir, disfrutar y descubrir nuevas culturas, bocado a bocado.