El cilantro es una de las hierbas más usadas en la gastronomía latinoamericana, pero su vida útil suele ser corta. Para conservarlo fresco hasta dos semanas, sigue este tip:

Lava el cilantro y sécalo bien con papel absorbente. Luego, corta un poco los tallos y colócalos en un vaso con agua, como si fueran flores. Cubre las hojas con una bolsa plástica y guarda el vaso en el refrigerador. Cambia el agua cada dos días.

Este método evita que las hojas se marchiten y mantiene el sabor y aroma del cilantro, ideal para salsas, guacamoles y ceviches. Así, reduces desperdicio y aprovechas al máximo este ingrediente clave en la cocina regional.