1. Come alimentos variados
Necesitamos más de 40 nutrientes diferentes y ningún alimento por sí solo puede proporcionarlos todos para tener una alimentación saludable ¡Elije los alimentos siempre de manera equilibrada! Si tomas un almuerzo rico en grasa, toma una comida con poca grasa. Y si un día tomas carne en la tarde, intenta escoger pescado al día siguiente.

2. Basa tu dieta en alimentos ricos en hidratos de carbono
Más de la mitad de las calorías de tu dieta deben venir de alimentos ricos en hidratos de carbono. Prueba con el pan integral, la pasta y otros cereales para aumentar tu ingesta de fibra.

3. Muchas frutas y verduras
Intenta comer al menos cinco raciones al día de estos alimentos que proporcionan importantes nutrientes protectores. Prueba nuevas recetas o ve qué platos preparados están disponibles en el supermercado.

4. Peso corporal saludable
El peso adecuado depende de muchos factores tales como el sexo, altura, edad y la genética. El sobrepeso aumenta el riesgo de padecer varias enfermedades como los problemas cardiacos y el cáncer. El exceso de grasa aparece al ingerir más calorías de las que se necesitan. Estas calorías suplementarias pueden provenir de cualquier nutriente que contenga calorías (las proteínas, las grasas, los hidratos de carbono o el alcohol) pero la grasa es la fuente más concentrada de calorías. La actividad física es un buen método para quemar calorías y puede hacerte sentirse bien.

5. Come raciones moderadas
Si ingieres las raciones adecuadas de cada alimento, es más fácil comer de todos los grupos de alimentos sin necesidad de eliminar ninguno. Por ejemplo, algunas raciones razonables son: 100g de carne, media pieza de fruta, media taza de pasta cruda o 50ml de helado. Las comidas preparadas pueden ofrecer un medio práctico para controlar las raciones y a menudo aparecen las calorías que contienen en el envase, lo cual ayuda a su recuento.

6. Come regularmente
Saltarse las comidas, sobre todo el desayuno, puede conducir a una sensación de hambre descontrolada, causando a menudo una sobre ingesta. Realizar una merienda puede ayudar a contener el hambre, pero no comas demasiado para no sustituir las comidas principales.

7. Bebe muchos líquidos
Los adultos necesitamos beber por lo menos 1,5 litros de líquidos al día y necesitamos más cantidad si hace calor o si realizamos mucho deporte. El agua es obviamente una buena fuente de líquidos, pero la variedad puede ser tanto agradable como saludable.

8. Muévete
La actividad física moderada ayuda a quemar las calorías que nos sobran. También es bueno para el corazón y para el sistema circulatorio, y para la salud en general y el bienestar. Así que haz de la actividad física una rutina diaria.

9. Cambios graduales
Realizar los cambios de tu estilo de vida gradualmente es mucho más fácil que hacerlos de repente. No elimines alimentos y no te sienta mal, en cambio intenta escoger comidas bajas en grasas o comer menos cantidad.

10. Equilibrio
No hay alimentos buenos o malos, sólo mantener una alimentación saludable. No Te sientas culpable de los alimentos que te gustan, simplemente tómalos con moderación y escoge otros alimentos que te proporcionen el equilibrio y la variedad que necesitas para conseguir una buena salud.