Pizza saludable pero igual de deliciosa! Prueba esta receta!
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¡Aunque suene impensado disfrutar de una rica pizza saludable es posible! De hecho las pizzas, elaboradas en casa y no en las grandes cadenas, sonuna buena materia prima y pueden ser un alimento adecuado nutricionalmente, en el contexto de una dieta rica y variada en nutrientes. Es por lo anterior que en Club Susazón te invitamos a descubrir dos recetas para que prepares en casa ¡Notarás que no hay diferencia!
Pizza saludable de coliflor
Ingredientes
1 coliflor pequeña
1 huevo
150 g de queso mozarella rallado
tomate natural triturado
tomatitos variados
queso tierno rallado
1 pizca de sal romero y albahaca.
Preparación
Limpiamos la coliflor, quitamos los tallos y rallamos la masa (puedes hacerlo con un rallador de queso o en una picadora).
Una vez tenemos toda la masa de la coliflor rallada, la introducimos en el microondas ocho minutos a máxima potencia. La sacamos del microondas y le añadimos un huevo, una pizca de sal y el queso mozarella rallado, lo mezclamos todo muy bien.
En una bandeja de horno, sobre la que ponemos papel de horno, extendemos la mezcla con forma redonda y del tamaño que quieras (puedes hacer varias). Introducimos en el horno, precalentado a 180ºC unos 20 minutos.
Una vez que ha pasado el tiempo, nuestra base de pizza estará dorada, la sacamos del horno, le ponemos por encima tomate frito, unos tomatitos cortados por la mitad, un poco de orégano y queso rallado.
Gratinamos unos cinco minutos, ponemos unas hojas de albahaca y listas para sorprender.
Pizza saludable margarita sin gluten
Ingredientes
250 g de harina sin gluten (más o menos según la que admita)
25 g de levadura de panadero (no suele contener gluten )
2 cucharadas soperas de aceite
1 poco más de aceite para engrasar el molde
1 cucharada de sal
1 vaso de agua.
Salsa de tomate espesa de bote o casera
Unas hojas de albahaca
Preparación
Templa el agua y deslíe en ella la levadura. Pon la harina en forma de corona en la mesa de mármol. Vierte en el centro el aceite, espolvorea la sal y poco a poco añade el agua con la levadura bien disuelta.
Mezcla con los dedos primero y después con la palma de la mano, enharinando ligeramente la mesa para que la masa no se pegue. Cuando veas que la masa está elástica, forma con ella una bola que pondrás en un recipiente de porcelana, loza o cristal.
Cúbrelo con un paño bastante grueso y ponlo en sitio templado (cerca de un radiador, etc.) y déjalo hasta que haya doblado de volumen (de 1 a 2 horas).
Vuelve, entonces a ponerla en la mesa y estira con el rodillo pastelero dándole la forma redonda. Así está lista para hacer la pizza. Salsa de tomate. Mientras reposa la masa puedes hacer salsa de tomate casera (o emplear la de bota ya preparada).
Si la quieres hacer ralla los tomates pelados, añade un pellizco de azúcar y rehógalos en la sartén con un poco de aceite virgen. Resérvala.
Enciende el horno a 250º C y pon la masa de la pizza sobre la bandeja ligeramente untada con aceite, extiende sobre ella la salsa de tomate, que es más bien una “passata“ al estilo italiano y corta la mozzarella de búfala en trozos y colócalos sobre la pizza.
Echa un poco de aceite por encima y métela en el horno 10 minutos y luego 5 minutos más con aire. Sácala, espolvorea por encima la albahaca picada y sírvela enseguida.