¿Cuánta comida perdemos? Todos estamos consientes que tirar la comida no es algo correcto, ya que la comida cocinada podemos guardarla y crear otro plato. Sin embargo hay que tener en cuenta varios factores a la hora de guardar las sobras para que mantengan su sabor y textura, seguir una serie de reglas relacionadas con la higiene que tienen por objetivo impedir el desarrollo de microorganismos tras una mala manipulación y almacenamiento. Descubre en Club Susazón 10 consejos para guardar tu comida con seguridad:

1. Hay que lavarse las manos antes de manipular las sobras de comida, y también hacer uso de utensilios limpios.

2. Es necesario refrigerar o congelar la comida cocinada cuanto antes, si ha pasado más de cuatro horas a temperatura ambiente, lo mejor es tirarla.

3. Guardar las sobras en un recipiente limpio y que pueda cerrarse herméticamente, nunca se deben guardar en el recipiente en el que se ha cocinado, ni en el plato de servicio.

4. Si hay mucha cantidad de comida sobrante no debe guardarse en un gran recipiente, pues tardaría más tiempo en enfriarse (y pasar la franja de crecimiento microbiano), conviene hacer raciones pequeñas para guardarlas en recipientes independientes, a menor volumen, mayor rapidez de enfriamiento, sea en el frigorífico o en el congelador. De este modo también se facilita la preparación de una ración de comida cuando se vaya a comer.

5. No llenar demasiado los recipientes con las sobras si se van a congelar, sobre todo si hay líquidos, pues en el proceso de congelación hará falta espacio para la expansión.

6. Los recipientes en los que se van a guardar las sobras se pueden enfriar previamente en el congelador o con agua helada, de este modo enfriará antes la comida sobrante y se minimizará el calor que la comida caliente podría transmitir al resto de alimentos guardados en el frigorífico o en el congelador.

7. Etiqueta los recipientes en los que guardes las sobras, indica su contenido, las raciones que contiene y la fecha en la que se ha guardado.

8. No dejar más de dos días las sobras en el frigorífico, pues el frío de este electrodoméstico no destruye los microorganismos, sólo hacen que su desarrollo sea más lento.

9. Recalentar las sobras de modo que alcancen, cómo mínimo los 70º C, en el caso de tratarse de sopas, cremas, salsas, guisos con jugos  es preferible llevarlos a ebullición. Remover bien la comida para asegurarse de que se calienta de forma homogénea. Procurar tapar el recipiente en el que se recalienta para concentrar el calor.

10. Antes de servir unas sobras de comida, revisar que estén en buen estado, no es difícil que el olfato, la vista y el gusto reconozcan si una comida está en proceso de descomposición. Ante la duda, mejor tirar la comida que enfermar.

Fuente: gastronomiaycia.republica.com